Entre las numerosas investigaciones realizadas para mejorar el desempeño de las pinturas a base de aceite, fue desarrollado un producto sintético, obtenido por la reacción de un ácido polibásico como el ftálico, con un polialcohol como la glicerina, resultando un poliéster.
Este poliéster no podía ser usado puro por el hecho de ser extremadamente duro. Modificando su molécula con un aceite, se generó un producto de características específicas clasificado como resina Alquídica.
La relación poliéster glicero-ftálico/aceite y/o el tipo de aceite seleccionado, le daban características propias en lo referente al secado, la dureza, la elasticidad, la solubilidad, etc.; posibilitándose la formulación de resinas alquídicas específicas para un uso de pintura determinado.
Las pinturas elaboradas con estas resinas sintéticas se llaman Esmaltes Alquídicos o Esmaltes Sintéticos.
Hoy todas las resinas utilizadas en la fabricación de pinturas son obtenidas por síntesis química: Epoxi, Vinílicas, Poliuretanos, Acrílicas, etc. Las pinturas a base de resinas Alquídicas, fueron de rápida y gran aceptación en el mercado y ampliamente usadas con finalidades decorativas y protectivas. Su fácil aplicación, su bajo costo y su buena resistencia a la intemperie en áreas rurales, urbanas o de baja agresividad, popularizaron su elección, cuando se deseaba una terminación de buen desempeño en condiciones climáticas favorables, es decir, cuando es necesario una pintura convencional.
Hasta hoy las pinturas alquídicas, aún permanecen a la vanguardia en las estadísticas mundiales de productos de consumo, ya sea en el mercado de Mantenimiento Industrial, la construcción civil y/o el uso Industrial.
Fuente: Sherwin Williams