Debido a la corrosión, cada cierto tiempo (entre 5 y 7 años) la torre recibe unas cuantas capas de pintura, unas 50 toneladas son necesarias para pintarla. Ha tenido varios colores dentro de la gama del bronce, con tonos más rojizos y otros más amarillentos.
Su altura en el momento de su construcción fue la edificación más alta del mundo, con 300 metros de longitud, hasta que en 1930 se levantó en Estados Unidos el Edificio Chrysler. Al día de hoy la torre cuenta con una antena que la hace medir 324 metros, superando a la obra neoyorkina.
Fuente: lmneuquen